Powerscourt es una de las grandes propiedades más bellas de Irlanda.
Situada en las montañas de Wicklow, a pocos kilómetros al Sur de Dublín, fue en un principio un lugar estratégico importante para los anglonormandos que arribaron a Irlanda a finales del siglo XII.
Después de ser ocupado por familias poderosas, en el siglo XVIII se hacen grandes alteraciones en Powerscourt, construyendose una magnífica mansión alrededor de las paredes del aniguo castillo.
Y en su zona sur se diseñaba un jardín vallado, estanques para peces, cascadas, grutas y terrazas.
Basándose en diseños de expertos en paisajismo, se plantan cantidades enormes de árboles y se adornan los terrenos con una asombrosa colección de estatuas y trabajos de hierro forjado.
La perfecta armonía que existe entre laderas, estatuas, escalinatas, lago, y alrededores no es producto de la casualidad. Está todo perfectamente diseñado.
La ruta por los diferentes jardines no dura más de hora y media, pero merece la pena quedarse un rato en cada estancia y disfrutar de las vistas, los olores y la tranquilidad que se respira.
La compañía Dublin Bus hace un recorrido hasta aquí, pasando anteriormente por otros pueblos como Dun Laoghaire, Enniskerry o Bray, pero al precio que lo ofrecen (28€) y de la manera en que lo llevan (se realiza en autobuses de línea regular y apenas paran en los pueblos) diría que no merece la pena pagarlo.
La entrada a los jardines no son más de 8€, y se puede ir tanto en coche como en autobus de línea regular. La ruta número 44 recorre desde Dublin, cogiéndolo en Townsend Street (muy cerca de la estación de DART de Tara) hasta Enniskerry. De paso una buena excusa para conocer este pequeño pero bonito pueblo.
Fotografías: Julen Esnal