Poco puedo decir de esta ciudad universitaria de la costa Oeste de Irlanda, sobre todo cuando uno la conoce sin casi la mitad de sus habitantes, ya que parece que son éstos, los estudiantes, los que le dan la vida que de por sí, no tiene esta ciudad.
Y es que, para que os hagáis una idea, lo que más me llamó la atención en Sligo, fue el Glasshouse Hotel, en el borde mismo del rio que cruza la ciudad, el Garavone.
Un Hotel de diseño, con buenas vistas y buen servicio en el mismo centro de la ciudad.
Para dormir, nosotros elegimos una residencia de estudiantes que se encuentra detras del campus universitario, ya que, siendo Julio, no habia apenas estudiantes;
Pero para los que prefieren aprovechar mas los días q las noches.. no recomiendo esta opción por las fiestas que se pueden organizar. Y la diferencia de precio es de tan solo 10 euros menos que el precio normal en un B&B;
El Museo de la ciudad es el mejor lugar para haceros una idea de la historia de esta pequeña ciudad, en donde se exponen numerosos objetos, entre ellos, los del poeta W.B Yeats.
La galería de Arte de Sligo, está situada en el edificio conmemorativo del poeta Yeats, en Hyde Bridge y exponen diferentes estilos de arte. Cada año reúnen entre 15 y 20 exposiciones diferentes.
Como casi siempre, lo mejor que tienen la mayoría de las ciudades irlandesas son sus alrededores, llenas de bosques y naturaleza, y en el caso concreto de Sligo, su famosa montaña o el cementerio de Tumbas megalíticas por citar alguno; Lugares que no pudimos disfrutar por el mal tiempo que nos hizo y por no disponer de un coche para desplazarnos hasta allí, ya que decidimos ir en autobús.
Ida y vuelta desde Dublín con la compañía Bus Eireann, 27Euros y 4 horas de viaje aproximadamente.
Considero que hay ciertos lugares en Irlanda en los que merece más la pena alquilar un coche, aunque salga algo más caro, que ir en Bus.
Bueno, pues Sligo es uno de estos lugares.
Una ultima recomendacion.
Si quereis conocer uno de los pubs más míticos de Sligo, preguntar por el "Shoot the Crows".
Fotografías: Julen Esnal